#POESÍA:
Cuánto te paga este (pi) por humillarme así,
dime, cuánto te paga.
Hace falta ser (pi) para hacerlo gratis, cariño, delante de las fotos de tus hijos.
Hace falta ser tan (pi) y (pi) y (pi)
que no me creo que no te pague, el (pi) este que suda bajo tus muslos infames.
Te has vuelto loca, cariño, te has vuelto completamente loca.
Míralo, por favor, si ni siquiera es guapo.
Tiene pinta de beber mal vino y no saber quiénes son Kafka o Nietzsche,
con la (pi) encogida, ahí, jurando por enésima vez
que no es lo que parece.
Y tú, (pi), si no es lo que parece dime qué es,
qué estabas estudiando con una lamparita en la punta del (pi).
Qué fácil es -¿verdad?- entrar en una vida, eyacular y largarte.
Qué fácil es (pi) a una mujer sin tener que escuchar un solo llanto suyo,
una sola queja suya, un mínimo conflicto personal.
¿Dónde estabas, eh, (pi) (pi), cuando esta (pi) (pi)
dio a luz a mis hijos, o cuando estuvo meses en coma
a causa de un accidente de tráfico
y yo permanecía día y noche a su lado, cogiéndole la mano,
leyéndole poemas de Bukowski al oído, porque sé que le gustan?
Bah, seguro que no sabes ni quién es.
Aitor Bergara Ramos